martes, 29 de enero de 2008

viernes, 25 de enero de 2008

cine y libros QUISIERA HABLAR DE LA POÉTICA DE LO INCIERTO EN LOS CUENTOS DE SILVINA OCAMPO, DE MARCIA ESPINOZA-VERA

http://www.razonypalabra.org.mx/cyl/2008/ene14.htm

Para hablar de una Poética , hay que referirnos, sine qua non, a la Poética Aristotélica . Y es que el estagirita colocó el nombre antes de nombrar el objeto o la cosa -en términos semióticos- pues planteó el perfil de la poética en su Poética describiendo cada una de las partes de la poesía, la narración, la epopeya, la tragedia, la comedia, la fábula, la sentencia…, es decir, la suma de las reglas que las definen en una prescriptiva general. Y además, advertiría que se trataba de una poética , y lo es entendida en su función metalingüística, es decir, como señala Greimas: 1 “para distinguir netamente la lengua de la que hablamos de la lengua que hablamos”; y lo es en su función poética, a la manera de Jackobson quien define “la tendencia hacia el mensaje como tal”, lo que significa la totalidad o casi totalidad de la obra literaria ya que el signo artístico se refiere a sí mismo.2

¿Qué hace que un mensaje verbal sea una obra de arte? ¿A qué se le llama literariedad ? Como señala H. Beristáin,3 la función poética consiste en utilizar la estructura de la lengua transgrediendo de manera intencional y sistemática la norma estándar que le atañe y también la norma del lenguaje instituido. Los niveles de la lengua: fónico, morfológico, sintáctico, léxico, son adicionados con ritmo, aliteración, sinonimia, antonimia, hipérbaton, hipálage, en fin el compendio de las posibilidades retóricas (selección, combinación) 4de las que el objeto literario se ha nutrido gracias a un hacer (quehacer) poético. Es el autor quien nos crea espacios, personajes, acciones, discursos, temas y situaciones; y es el lector quien recrea las obras re-conociendo el cómo, el para qué, el por qué del objeto literario. Este objeto literario es el objeto último, para Greimas, es el metadiscurso .

Así que, de manera eminentemente retórica, nos encontramos frente a una obra que, sin lugar a dudas, hace honor al nombre que le fue dado. La poética de lo incierto en los cuentos de Silvina Ocampo es no solamente una poética (suma) sino que, en el sentido horaciano, es una ars poética puesto que la autora, Marcia Espinoza-Vera, conjunta los elementos diseñados por el poeta latino en una suerte traslaticia a la cuentística ocampiana . Es decir, Espinoza-Vera recorre el camino de la narratología y de la composición literaria de Ocampo para mostrarnos el repertorio retórico (digamos aquí: poético) de la obra en cuestión, i. e., la totalidad de las posibilidades retóricas en los cuentos de Silvina Ocampo. Y no satisfecha con exponer las figuras retóricas, de pensamiento, de dicción y la totalidad del mundo tropológico del que ha hecho uso la escritora argentina, le ha denominado Poética y lo ha hecho en el estricto sentido clásico.

Y he aquí que Marcia Espinoza-Vera ha recorrido con gran mérito los cuentos de Silvina Ocampo en un ir y venir constante de la obra hacia sus exégetas.

Ha llamado poderosamente mi atención la articulación que la autora de La poética de lo incierto… ha logrado en una aparente sencilla presentación de una aparentemente simple narración. Ambos esfuerzos, el de la escritora y el de la crítica sólo son sencillos en apariencia puesto que (perdón por volver a la Semiótica), es necesario hacer altamente complejo el código para que el mensaje sea sencillo y claro.

Los cuentos de Ocampo son de una sencillez asombrosa. La disección de Espinoza-Vera con la que ha escudriñado hasta el mínimo recodo de la obra ocampiana la condujo libremente a desnudar la calidad y capacidad literaria de la autora, de sus personajes, de sus narradores, de sus tiempos y espacios. En una parte, la crítica señala: “Los personajes femeninos se rehúsan a tomar el rol pasivo que les atribuye el canon literario masculino y pasan a ser las actantes de sus deseos.” (p. 133). No es fortuito que el claro entendimiento de la obra de Silvina Ocampo por la autora de lo incierto en sus obras, despliegue nítida claridad hacia personajes, narradores, actantes, lugares y temas; hay una profunda lectura detrás de todo esto y mucho tiempo de intensa búsqueda de la contextualidad, la inter-textualidad y la intra-textualidad.

Pero además, Marcia Espinoza-Vera habla de la poética de lo incierto , y eso resulta altamente sugerente pues se trata de explicar el no-hecho, es como si se abordara la contradicción. Hay un acercamiento semiótico no expresado en tanto que la definición se da por el opuesto. O más aún, la ambivalencia, terreno seguro para la autora quien asume las características de la obra ocampiana dentro de esta dualidad de situaciones, dualidad de sentimientos, dualidad de narradores y dualidad de valores éticos y estéticos.

Baste un ejemplo: en el cuento “La boda” se encuentra la problemática de un narrador, o mejor dicho, narradora; a este fenómeno, la crítica le llama “narradores ambiguos” y señala que no son dignos de crédito. En el cuento aparece una mujer muerta y una niña aparentemente responsable de su muerte. Cito: “La idea de casualidad no es muy plausible. Esta narradora será sospechosa de haber provocado voluntariamente la muerte de Arminda, pero después de leer varias veces el texto es muy difícil optar por una de las versiones dadas por la narración, lo que hace que hasta el final la ambigüedad de la narradora se mantenga”. (p. 35).

En el título del libro está dada la pauta para la lectura de los cuentos de Ocampo, en toda la extensión e intensión (vuelvo a la nomenclatura semiótica)5 de la palabra, del término, del adjetivo – incierto- y el pronunciarse en favor y en honor a una escritora de alcances intemporales.

Silvina Ocampo a los ojos de Marcia Espinoza-Vera es una agonía de espíritu cambiante en dubitaciones, ambivalencias de narradores aterradoramente reiterados en hechos históricos o absurdas narraciones. La coexistencia de ambas nos deja al descubierto la fragilidad de la vida mirada por ojos indiscretos y tenaces. Esto es, la dualidad Silvina/Marcia se deshilvana en filamentos translúcidos para que nosotros, simples lectores, gocemos del espíritu de la narradora y de su crítica, sagaz y aguerrida: “El amor no triunfa, al contrario, es un rotundo fracaso. Asimismo, la exageración y la ironía juegan un rol fundamental en la desacralización del matrimonio en estos relatos”.6(p. 108).

Marcia Espinoza-Vera nos provee a los lectores de fuentes literarias y críticas casi inagotables en el imago mundi de una Ocampo ligeramente transliterada por las sombras agigantadas de sus varones predecesores y contemporáneos: Borges y Bioy Casares.

Y no es que quiera hablar de Don Jorge Luis, de quien últimamente se habla poco, como si se hubiese agotado, o es que quizá los jóvenes lectores no lo hayan entendido, o ya lo entendieron muy bien, o no se preocupan por desentrañarlo.

Ni tampoco es mi intención desvelar la nocturnidad latente e intensa de Don Adolfo, a quien recuerdo con su bastón caminando penosamente pero con elegancia hacia la Sala “Che Guevara”, el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, tomado del brazo de Bernardo Ruiz, quien fuera su exégeta además de lazarillo, en la Ciudad de México.

No, yo solamente quiero hablar de Silvina y de Marcia. Pero me gustaría ahora hablar de Marcia Espinoza-Vera.

Conocí a Marcia en los sólidos y bellos edificios de estilo Art Decó de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia. Era una de esas frías mañanas (inusuales, por cierto) en mi recién llegada, o no, perdón, era mi primera visita a estas tierras del Down Under en el invierno australiano (de los meses de julio y agosto) del año 2002. Yo estaba gozando de un periodo sabático en la Universidad Autónoma de Barcelona y disfrutando al lado de mi buena amiga Charo Lacalle las delicias de la Semiótica mediterránea y de los platillos catalanes cuando, de manera casi insólita, se me ha presentado este viaje totalmente inesperado a estas lejanas tierras trasatlánticas y me hice a la mar, bueno, por avión.

Llegué a la UQ (como se le suele llamar) y me presenté en la oficina de la Dra. Espinoza-Vera. Me agradó su manera de hablar, su exquisito gusto, su estilo con cierto matiz afrancesado y su pasión por la literatura y por la enseñanza del español. Poco tiempo después, a los seis meses exactamente, recibí una invitación suya para enseñar español. Y entonces, tuve la fortuna de trabar una bella amistad con la autora del impresionante trabajo sobre Silvina Ocampo escritora a quien, a decir verdad, conocía sólo por su Antología del cuento fantástico , por haber sido esposa de Adolfo Bioy Casares y amiga de Jorge Luis Borges.

Ahora quisiera hablar de Marcia, de una mujer fuerte y valiente, quien un día asiste a un taller de poesía en El Escorial, en Madrid, y al siguiente enseña español en las frías tierras canadienses; quien organiza recitales con la misma templanza con la que dicta clases de literatura femenina o toma tests a los alumnos de nuevo ingreso, siempre pródiga y audaz, siempre pergeñando el futuro.

Marcia es una mujer femenina que defiende el feminismo. Y no es fortuito que se dedique a la literatura femenina y en particular que haya escrito esta ars magna sobre la literatura de una mujer de quien la propia Espinoza-Vera persigue “…los rasgos definitorios de la representación femenina en la obra cuentística de la escritora.” (p. 179).

No sé si a estas alturas el término “feminista” sea facturado bajo el mismo concepto de hace 30 años, si las escritoras de los años 50 ó 60 se cobijaban bajo el embrujo de la seducción gregaria para lanzar sus pancartas de libertad e igualdad como lo hicieran las revoluciones francesa, mexicana o tantas otras. O si, por el contrario, las teorías feministas se desarrollaron a partir del encasillamiento amén de la dura crítica de esos tiempos; y en donde tanto escritoras como artistas y críticas pretendían mantener un cierto estatus de impasibilidad. No entiendo y nunca he entendido las teorías sectarias. Creo y milito hacia el arte por el arte, la búsqueda de la estética, la fuerza de la palabra, el tejido fino y discreto que puede desatar pasiones y misterios.

Para Silvina Ocampo: mi más humilde reconocimiento, y a la labor de Marcia Espinoza-Vera mi sincera admiración por habernos seducido con su palabra sonora y atinada, en una continua, delicada pero insistente invitación a depurar los cuentos de lo incierto, la ambigüedad, la retórica y el arte de la escritora argentina.


Notas

*Espinoza-Vera, Marcia. 2003.. La poética de lo incierto en los cuentos de Silvina Ocampo . Madrid, Editorial Pliegos. 237 p.

1Cit. por Beristáin, Helena. Diccionario de Retórica y Poética. 1997. 8a. ed. México, Editorial Porrúa. 520 p.

2Op cit. Beristáin, p. 255.

3Ibíd., 256 y ss.

4Las partes de la Retórica antigua eran inventio, dispositio, elocutio y actio; siendo la elocutio , la designada para el discurso en la actualidad.

5Entiéndase la intensión como característica aplicable a un término para designar el conjunto de propiedades con alcance significativo del mismo.

6Espinoza-Vera se refiere al cuento “Amor”.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡BIENVENIDA!

HOLA A TODOS:

Esta es una cordial BIENVENIDA a

Erzy Yoseff

nuestra nueva compañera, quien ha aceptado colaborar con nosotros en el Proyecto de cortesía APUC.

Espero que tanto ella como los nuevos integrantes nos envíen sus datos y foto para colocarlos en el blog correspondiente.

Muchas gracias, Erzy.

Saludos a todos,
Susana

martes, 13 de noviembre de 2007

BIENVENIDA

HOLA A TODOS

Quisiera dar la más cordial BIENVENIDA a una nueva compañera de nuestro Proyecto de cortesía APUC:

Ana Laura Jasso

Gracias por haber aceptado mi invitación. Esperamos que juntos lograremos más dicusiones para la mejora del proyecto, así como tener más información de los hablantes de español.

Susana

domingo, 11 de noviembre de 2007

BIENVENIDA!!

HOLA A TODOS

Quisiera dar una bienvenida calurosa a nuestro Proyecto APUC a

Jesús Kelly

quien amablemente ha aceptado mi invitación para participar con nosotros.

¡Bienvenida, Chusi!

miércoles, 10 de octubre de 2007

BIENVENIDA

Hola a todos,

Quisiera anunciar la participación de una nueva compañera al grupo APUC:

Carmen Ibáñez

¡BIENVENIDA!

BIENVENIDA

HOLA A TODOS:

Quisiera dar la BIENVENIDA a un nuevo miembro del Proyecto APUC.

Su nombre es Juan Francisco Hernández Rodríguez. Pueden ver su perfil en el Blog de los integrantes de APUC:

También ya hemos colocado la información de Nora, Tania y Silvia.

No olviden enviar sus perfiles y/o fotografías aquellos que aún no los han enviado.

Hasta pronto.

Saludos,
Susana